En México, la pornografía no tiene un papel central, pero sí tiene un papel importante e ineludible. Muchas son las situaciones que se entremezclan y que pueden considerarse como caldo de cultivo para que muchas mujeres vean en la producción de videos porno mexicanos una salida a la escasez de oportunidades reales o con potencial de futuro.
Actualmente, no se trata de hechos aislados, sino de un completo fenómeno social. Muchas son las chicas interesadas en lograr algo en base a lo sensual de su cuerpo. Algunas lo hacen de manera incorrecta. Otras tienen todos los argumentos para formar parte de una de las industrias mejor desarrolladas del país. Hoy analizamos cómo funciona este fenómeno de aspirantes a porn girls.
Las redes sociales como el paso inicial
En México, las redes sociales tienen un gran auge. En cuanto a las mujeres de entre 16 y 35 años, más de un 60% tiene perfiles sociales en Twitter o Instagram, dos de las redes sociales más abocadas a la sensualidad.
Y es que en las redes sociales es donde comienzan a cimentarse las “posibilidades”. Con la subida de las primeras fotos, el aumento de la sensualidad y el “comenzar a mostrar”, muchas chicas empiezan a sentir que pueden tener éxito con la pornografía o, al menos, con el modelaje. Este constituye el paso inicial.
La ascensión en audiencias como paso previo
El paso intermedio ocurre con la llegada de seguidores. En una encuesta realizada por nuestro equipo, muchas chicas comentan que prefieren esperar, seguir alimentando a su audiencia digital en busca de una oportunidad real y profesional en el cine para adultos, (muchas de ellas, alimentan antes también su fama gracias a la moda del selfie) antes de decantarse por el sexo prepagado. Esta decisión marca la concepción sobre la pornografía en México, un país donde la prostitución también es un hecho que requiere mucho tiempo de estudio.
Las propuestas y la oportunidad
Y, las chicas que deciden esperar su oportunidad, casi siempre acaban consiguiéndola. Así lo mencionan algunos expertos en la materia, que traen como argumento el crecimiento de las productoras cinematográficas para adultos en el país, y que no ha ido acompañado de un crecimiento en la cantidad de actrices pornográficas.
“En México casi siempre hacemos referencia a 4 o 5 actrices, pero poco más. Y las actrices necesitan renovación. La audiencia nos lo pide”, comenta un productor mexicano. Concluimos entonces que se trata de un fenómeno bastante concienzudo por parte de las chicas mexicanas, más allá de una consecuencia a la desesperada.